Las gotas de rocío… Las gotas de rocío caían por los pétalos de la flor del acanto; con ellas resbalaba la imagen de los cielos. Penetrar el palacio cerrado de las cosas; contemplarnos a solas en sus rotos espejos; seguir con la mirada el curso de los astros en el fondo, infinito, de las aguas de un río. Tú eres, Jesús, la flor que acaba de entreabrirse, contemplando aquí estoy tu despertar primero.
y los rostros de agua de azucenas. reaparecen desbordando la sintaxis.